Desde Julio de 1984 hasta Julio de 1998, durante 14 años (a), se hicieron 150 trasplantes renales (TR) en el Hospital Central Sur de Alta Especialidad (HCSAE) de Pemex. Entre ellos, 25 (16.7%) se realizaron en pacientes menores de 18 a: 24 fueron de primera vez, más un segundo TR (tabla l). Entre los casos pediátricos, 9 fueron del sexo masculino (6.4%) y 15 del femenino (10.7%), con una edad promedio de 13.7 ± 2.7 a (una desviación estándar D.E.) en el momento del TR, con límites de edad entre 8 y 17 a. Todos, excepto uno, estuvieron sujetos a tratamiento dialítico previo al TR. Las causas de la insuficiencia renal crónica terminal (IRCT) en los pacientes pediátricos fueron glomerulopatías en 17 casos (70.8%), uropatías obstructivas en 6 (25.0%) y nefritis tubulointersticial crónica en 1 (4.2%). Al comparar estas etiologías con las de los 116 casos no pediátricos, se encontraron diferencias estadísticamente significativas en glumerulopatías (p < 0.05), en uropatías obstructivas (p < 0.01) y en otras causas no pediátricas (p < 0.01). No hubo diferencias estadísticamente significativas (NS) entre los casos con nefritis tubulointersticial crónica. El tipo de TR pediátrico realizado fue de donador cadavérico (DC) en 10 pacientes (6.7%) y de donador vivo relacionado (V.R.) en 15 (10.0%). Los pacientes con TRDC no compartieron haplotipos de HL-A entre donador y receptor. Los de VR compartieron un haplotipo. El tratamiento con inmunosupresores (IS) se hizo a base de ciclosporina-A (Cy-A), prednisona (P) y azatioprina (Az) orales (tratamiento triple) según indicaciones del protocolo del TR seguidas en nuestro servicio. Se observaron como complicaciones tempranas 9 rechazos agudos corticosensibles, más uno corticorresistente que respondió al anticuerpo monoclonal OKT3, con buena evolución posterior. Otras complicaciones tempranas (< 1 a de evolución) comprendieron 2 necrosis tubulares agudas (8%), 5 infecciones repetidas de vías urinarias (20%), 3 de ellas operadas por fistulas u obstrucciones, con buen resultado posterior y 3 casos de epilepsia gran mal (12%). Las complicaciones tardías (> 1 a) comprendieron 5 rechazos crónicos con nefrectomías (20%), más 2 pacientes con toma irregular de IS, que evolucionaron a IRCT. Todos recibieron tratamiento dialítico posterior. También se observaron 2 casos con neoplasias: un cáncer de ovario y un cáncer cervicouterino in situ. Ambos fueron tratados con buen resultado. Además 2 casos con papilomatosis vaginal y una fractura de fémur por osteodistrofia. Sólo 3 casos pediátricos fallecieron después de un año de evolución: dos por septicemia y uno por IRCT. Siete perdieron su injerto: cuatro por nefrectomía y 3 llegaron a IRCT por rechazo crónico (tabla 4). En resumen 10 TR (40%) murieron o perdieron su injerto y 15 (60%) se encuentran asintomáticos, con buen funcionamiento renal y creatinina sérica < 3.0 mg/dl, después de un seguimiento de 0.5-10.0 a. En los pacientes pediátricos la sobreviva actuarial fue del 88% a los 10 años y la sobrevida del injerto del 60% a los 10 años. Los 7 casos que perdieron su injerto, sufrieron 4 nefrectomías a 1.5, 2.1, 2.8 y 5.0 años, más 3 que tuvieron IRTC y que requirieron tratamiento dialítico a 2.9, 3.3 y 9.7 años, de evolución. Los pacientes adultos tuvieron una sobrevida actuarial a los 10 años de 63.2% y sobrevida del injerto a los 10 años de 53.6%. Estos resultados muestran que la sobrevida a 10 años del paciente pediátrico es superior a la del paciente adulto con trasplante renal, mientras que la sobrevida del injerto fue similar en pediátricos y adultos.
Palabras clave: Trasplante renal pediátrico seguimiento y complicaciones.
2002-11-28 | 2,523 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 22 Núm.2. Abril-Junio 2001 Pags. 75-82 Nefrol Mex 2001; 22(2)