Autores: González Romero Fabiola, Valle González Hugo Enrique, Méndez Durán Antonio
La Enfermedad Renal Crónica (ERC) en su etapa avanzada conlleva una serie de alteraciones metabólicas derivadas de la participación del riñón en el metabolismo intermedio o final de diversas sustancias. Hay un aumento de insulina plasmática circulante, por disminución de la excreción como por aumento en la producción, la degradación renal disminuida incrementa su vida media, incrementando la frecuencia de hipoglucemias y a las alteraciones clínicamente relevantes en la homeostasis de la glucosa y la insulina. Las alteraciones en los aminoácidos (aa) son multifactoriales, especialmente la acidosis metabólica, que acompaña de forma invariable a la ERC y que produce un aumento de la destrucción proteica por sí misma; este efecto se produce a través de dos mecanismos: aumento de la degradación de la proteína muscular y disminución de la capacidad para limitar la oxidación de los aa esenciales, lo cual incrementa la destrucción proteica. Los triglicéridos (TG) suelen estar elevados debido a la producción hepática de lipoproteínas ricas en TG, como las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) y también por la disfunción de la degradación de TG, estos cambios pueden ser causados por un déficit de L-carnitina. El hiperinsulinismo es el principal factor que aumenta la síntesis de TG y disminuye directamente la actividad de la lipoproteína lipasa. Otros cambios que se pueden encontrar son los bajos niveles de colesterol de alta densidad. La enfermedad óseo-mineral (EOM) relacionada con la ERC (EOM-ERC) integra las anomalías bioquímicas, esqueléticas y calcificaciones extra esqueléticas que se producen por las alteraciones del metabolismo mineral por pérdida progresiva de la función renal e influye en el RCV de estos pacientes.
Palabras clave: carbohidratos proteínas lípidos enfermedad renal.
2020-12-04 | 5,345 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 41 Núm.3. Abril-Septiembre 2020 Pags. 39-48 Nefrol Mex 2020; 41(2-3)