Autores: Arias Rodríguez Fabián Darío, Carvajal Barzallo Kevin Alexander, Sánchez Asitimbay Karla Mishell, Hernández Saraguro Nathaly Damary, Guerrero Guashpa Debora Elizabeth, Rivas Barrionuevo Michelle Cristina, Calvopiña Álvarez César David, et al
La enfermedad renal ateroembólica suele afectar a pacientes mayores con aterosclerosis erosiva difusa; se desarrolla cuando las placas aórticas ateromatosas se rompen y liberan cristales de colesterol, lo que resulta en la oclusión parcial o total de múltiples arterias pequeñas (o arteriolas glomerulares), lo que lleva a la isquemia de tejidos y órganos. La embolización a menudo afecta a otros órganos, como la piel, el sistema gastrointestinal y el cerebro. Aunque la enfermedad puede desarrollarse espontáneamente, generalmente se desarrolla después de cirugía vascular, cateterismo o anticoagulación. La tríada clásica de un evento precipitante, insuficiencia renal aguda o subaguda y lesiones cutáneas, sugiere fuertemente el trastorno. La eosinofilia apoya aún más el diagnóstico, generalmente confirmado por biopsia de un órgano afectado o por el hallazgo fundoscópico de cristales de colesterol en la circulación retiniana. El pronóstico renal y del paciente es malo. El tratamiento es principalmente preventivo, basado en evitar otro factor precipitante, y sintomático, dirigido al tratamiento óptico de la hipertensión y la insuficiencia cardíaca y renal. En esta revisión, se aborda la epidemiología, fisiopatología, diagnóstico y manejo de la enfermedad renal ateroembólica.
Palabras clave: Embolia de cristales de colesterol enfermedad renal ateroembólica enfermedad renal crónica.
2024-03-14 | 227 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 44 Núm.4. Octubre-Diciembre 2023 Pags. 191-198 Nefrol Mex 2023; 44(4)