La enfermedad renal ateroembólica suele afectar a pacientes mayores con aterosclerosis erosiva difusa; se desarrolla cuando las"> La enfermedad renal ateroembólica suele afectar a pacientes mayores con aterosclerosis erosiva difusa; se desarrolla cuando las placas aórticas ateromatosas se rompen y liberan cristales de colesterol, lo que resulta en la oclusión parcial o total de múltiples arterias pequeñas (o arteriolas glomerulares), lo que lleva a la isquemia de tejidos y órganos. La embolización a menudo afecta a otros órganos, como la piel, el sistema gastrointestinal y el cerebro. Aunque la enfermedad puede desarrollarse espontáneamente, generalmente se desarrolla después de cirugía vascular, cateterismo o anticoagulación. La tríada clásica de un evento precipitante, insuficiencia renal aguda o subaguda y lesiones cutáneas, sugiere fuertemente el trastorno. La eosinofilia apoya aún más el diagnóstico, generalmente confirmado por biopsia de un órgano afectado o por el hallazgo fundoscópico de cristales de colesterol en la circulación retiniana. El pronóstico renal y del paciente es malo. El tratamiento es principalmente preventivo, basado en evitar otro factor precipitante, y sintomático, dirigido al tratamiento óptico de la hipertensión y la insuficiencia cardíaca y renal. En esta revisión, se aborda la epidemiología, fisiopatología, diagnóstico y manejo de la enfermedad renal ateroembólica.

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"> Enfermedad renal ateroembólica.
Resumen

La enfermedad renal ateroembólica suele afectar a pacientes mayores con aterosclerosis erosiva difusa; se desarrolla cuando las placas aórticas ateromatosas se rompen y liberan cristales de colesterol, lo que resulta en la oclusión parcial o total de múltiples arterias pequeñas (o arteriolas glomerulares), lo que lleva a la isquemia de tejidos y órganos. La embolización a menudo afecta a otros órganos, como la piel, el sistema gastrointestinal y el cerebro. Aunque la enfermedad puede desarrollarse espontáneamente, generalmente se desarrolla después de cirugía vascular, cateterismo o anticoagulación. La tríada clásica de un evento precipitante, insuficiencia renal aguda o subaguda y lesiones cutáneas, sugiere fuertemente el trastorno. La eosinofilia apoya aún más el diagnóstico, generalmente confirmado por biopsia de un órgano afectado o por el hallazgo fundoscópico de cristales de colesterol en la circulación retiniana. El pronóstico renal y del paciente es malo. El tratamiento es principalmente preventivo, basado en evitar otro factor precipitante, y sintomático, dirigido al tratamiento óptico de la hipertensión y la insuficiencia cardíaca y renal. En esta revisión, se aborda la epidemiología, fisiopatología, diagnóstico y manejo de la enfermedad renal ateroembólica.

Palabras clave: Embolia de cristales de colesterol enfermedad renal ateroembólica enfermedad renal crónica.

2024-03-14   |   227 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 44 Núm.4. Octubre-Diciembre 2023 Pags. 191-198 Nefrol Mex 2023; 44(4)