Autor: Ocharán Corcuera Julen
Las alteraciones del metabolismo mineral y óseo que acompañan a la enfermedad renal crónica (ERC) constituyen uno de los aspectos de la nefrología que más ha evolucionado en estos años.
La ERC se asocia a una elevada morbimortalidad, siendo la primera causa de muerte la de origen cardiovascular (CV). La expectativa de vida del paciente en diálisis es una de las más bajas en medicina, siendo inferior incluso a la de algunas neoplasias comunes. El diagnóstico precoz de la ERC es una de las piezas angulares en los programas de prevención primaria, ya que estos pacientes tienen hasta 5-10 veces más probabilidades de morir que de llegar a recibir un tratamiento sustitutivo renal. Por ello, debido a que la ERC frecuentemente es asintomática, se sugieren que debemos desarrollar nuevos marcadores de función renal.
El fósforo (P) se ha postulado como un elemento emergente, y su estrecha asociación con la alta mortalidad lo coloca como un factor importante en las Guías de Práctica Clínica (GPC). Su papel se ha renovado y ampliado en su protagonismo con el descubrimiento del factor de crecimiento fibroblástico 23 (FGF-23) y Klotho. Estos permiten analizar el diagnóstico y las consecuencias de una retención precoz de P, antes incluso de que se produzca hiperfosfatemia.
Palabras clave: alteraciones renal crónica CV fósforo
2024-10-20 | 147 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 45 Núm.4. Octubre-Diciembre 2024 Pags. 245-246 Nefrol Mex 2024; 45(4)