Autor: Treviño Becerra Alejandro
Incluir a la Insuficiencia Renal Crónica, dentro de las afecciones cardiovasculares, es un error y pensar que queda cubierta dentro de las enfermedades degenerativas no es suficiente. No obstante en los últimos años se ha considerado que la microalbuminuria es un signo de enfermedad cardiovascular y se ha determinado que la principal causa de muerte de los pacientes en diálisis crónica, son los padecimientos cardiovasculares, hasta en un 50%. En los últimos años se ha encontrado que la población con enfermedad renal crónica va en constante aumento, desde un 3-4% en Estados Unidos a un 5% en el Japón y otras cifras igualmente altas en Europa, ello se debe a otros factores: la incidencia de diabetes mellitus y que irremisiblemente el 30% de los pacientes con esta enfermedad tendrán neuropatía diabética e IRC, a la nefroangioesclerosis secundaria a hipertensión arterial sistémica y al envejecimiento de la población, de tal manera que este problema catastrófico de salud no puede dejarse de largo. La insuficiencia renal tanto aguda como crónica en individuos por arriba de los 65 años de edad va en constante aumento. La insuficiencia renal aguda intrahospitalaria en los ancianos es cada vez más frecuente con la disminución, por la edad, de la filtración glomerular existe menor “reserva renal” que tolere las agresiones tales como: deshidratación, ayunos prolongados, infecciones interrecurrentes, medicamentos nefrotóxicos o potencialmente nefrotóxicos, empleo de substancias yodadas, etc. De tal manera que para algunos autores el 10% de los ancianos hospitalizados desarrollan insuficiencia renal aguda.
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2008-07-04 | 5,572 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 28 Núm.1. Enero-Marzo 2007 Pags. 1-2. Nefrol Mex 2007; 28(1)