Autor: Zuñiga Armendáriz Vicente A
El siglo XX ha sido la Centuria del desarrollo de los trasplantes de órganos, particularmente del trasplante renal (TR), que se ha convertido en un procedimiento de rutina en la mayor parte de los países del mundo. Aunque en 1954, Murray en Boston obtuvo un exito científico memorable, al conseguir la sobrevida a largo plazo de un TR entre gemelos univitelinos sin el empleo de medicamentos inmunosupresores (IS), el consenso actual de los trasplantólogos es el de que, salvo esta rara excepción, no puede sobrevivir un TR sin el empleo de IS en dosis adecuadas y por tiempo indefinido, para evitar el desarrollo de un rechazo por incompatibilidad inmunológica entre el órgano donado y el receptor del TR. A pesar de contar en los últimos 20 años con IS cada vez más eficaces y menos tóxicos, que han reducido grandemente la posibilidad de un rechazo agudo post TR, la actividad terapéutica contra el rechazo crónico es aún deficiente por parte de estos IS. Esto se debe fundamentalmente a que los mecanismos moleculares patológicos que se presentan durante la evolución del rechazo del TR, han sido más estudiados en el rechazo agudo (RA) que en el rechazo crónico (RC). Lo anterior ha permitido la aparición de nuevos IS, cuya actividad terapéutica más importante es el bloqueo de la proliferación celular, particularmente de los linfocitos T y B y de las células dendríticas, que son derivadas de los macrofagos.
Palabras clave: Trasplante renal medicamentos inmunosupresores incompatibilidad inmunológica.
2003-02-13 | 1,145 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 20 Núm.4. Octubre-Diciembre 1999 Pags. 161-164 Nefrol Mex 1999; 20(4)